jueves, 16 de junio de 2011

Pecado de omisión.



El célebre líder del movimiento deliberación negro americano, y pastor protestante, Martin Luther King,en uno de sus proféticos discursos dijo lo siguiente: “No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos,de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos”. 
Frase para reflexión de muchos que pasan por la vida sin hacer otro mal que su mutismo cobarde. Me refiero, sobre todo a los que se sienten buenas personas porque no roban ni matan, no hacen el bien ni el mal;aquellos que miran para otra parte ante las injusticias y el mal ajeno; los que no se comprometen a nada y se conforman con su silencio cómplice y cobarde.El mal avanza no tanto por la fuerza intrínseca del mal, o del ejemplo de los malos que lo ejercen, sino por la cobardía de los buenos. No deberían estar tranquilos quienes se cruzan tranquilamente de brazos ante el avance del ateísmo,  laicismo,  materialismo,  relativismo,  hedonismo, secularismo o de cualquier “ismo” que arrastra a las masas al abismo de la miseria física o moral.Los pecados de omisión no solo ofenden a Dios, sino que son la causa de otros  graves pecados, que impiden la verdadera felicidad de millares de personas aquí en la tierra, les cambia o nubla la visión de Dios misericordioso y pone en riesgo su salvación eterna. 


MIGUEL RIVILLA SAN MARTÍN.


Esta carta-reflexión me la manda una amiga, luchadora incansable por la vida y por la fe, y me atrevo a publicarla porque habla de manera muy clara en qué consiste el pecado de omisión. Algo sobre lo que, a veces, no nos paramos a a reflexionar.

domingo, 12 de junio de 2011

Pntecostés: Ven Espíritu de amor y paz!




VEN, ESPÍRITU DE AMOR Y DE PAZ!


Espíritu Santo, Dulce Huésped del alma,
muéstranos el sentido profundo del gran jubileo
y prepara nuestro espíritu para celebrarlo con fe,
en la esperanza que no defrauda,
en la caridad que no espera recompensa.

Espíritu de Verdad, que conoces las profundidades de Dios,
memoria y profecía de la Iglesia,
dirige la humanidad para que reconozca en Jesús de Nazaret
el Señor de la gloria, el Salvador del mundo,
la culminación de la historia.

¡Ven, Espíritu de Amor y de Paz!

Espíritu Creador, misterioso Artífice del Reino,
guía la Iglesia con la fuerza de tus santos Dones
para cruzar con valentía el umbral del nuevo milenio
y llevar a las generaciones venideras
la luz de la Palabra que salva.

Espíritu de Santidad, Aliento Divino que mueve el universo,
ven y renueva la faz de la tierra.
Suscita en los cristianos el deseo de la plena unidad,
para ser verdaderamente en el mundo signo e instrumento
de la íntima unión con Dios y de la unidad del género humano.

¡Ven, Espíritu de Amor y de Paz!

Espíritu de Comunión, Alma y Sostén de la Iglesia,
haz que la riqueza de los carismas y ministerios
contribuya a la unidad del Cuerpo de Cristo,
y que los laicos, los consagrados y los ministros ordenados
colaboren juntos en la edificación del único Reino de Dios.

Espíritu de Consuelo, Fuente inagotable de gozo y de paz,
suscita solidaridad para con los necesitados,
da a los enfermos el aliento necesario,
infunde confianza y esperanza en los que sufren,
acrecienta en todos el compromiso por un mundo mejor.

¡Ven, Espíritu de Amor y de Paz!

Espíritu de Sabiduría, que iluminas la mente y el corazón,
orienta el camino de la ciencia y de la técnica
al servicio de la vida, de la justicia y de la paz.
Haz fecundo el diálogo con los miembros de otras religiones,
y que las diversas culturas se abran a los valores del Evangelio.

Espíritu de Vida, por el cual el Verbo se hizo carne
en el seno de la Virgen, Mujer del silencio y de la escucha,
haznos dóciles a las muestras de Tu Amor
y siempre dispuestos a acoger los signos de los tiempos
que Tú pones en el curso de la historia.

¡Ven, Espíritu de Amor y de Paz!

A Ti, Espíritu de Amor,
junto con el Padre Omnipotente
y el Hijo Unigénito,
alabanza, honor y gloria
por los siglos de los siglos. Amén.
Oración compuesta con ocasión del  2do. año del preparación al Jubileo del año 2000 dedicado al Espíritu Santo.


Hoy es el Día del Espíritu Santo...estamos en plena llegada del Espíritu prometido  por Jesús, parte de la Santísima Trinidad que nos hace verdaderos hijos de Dios.
Nuestra oración y vida está dirigida por el Espíritu, ese ser que alienta nuestro ser, que nos da la fuerza y la inteligencia y que alimenta nuestra fe en todo momento. Yo he encontrado en los escritos de la Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia una Teología que me esclarece en mi interior el gran misterio del Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Después de haber leído a los Santos Padres, los teólogos y maestros que lo han enunciado a través de la historia de la Iglesia, esta mujer, humilde y medio analfabeta, me enseña más que todos en la comprensión espiritual de las grandes verdades de la fe. Es mística y a la vez sencilla, por eso conecto con su pensamiento y aquí pongo algunas las las cosas que ha escrito acerca del Espíritu Santo. Todo está transcrito de su libro Frutos de oración. Retazos de un diario.  

256.-Por serse Dios lo que es, por su infinidad de ser, es por lo que el Padre engendra, el Verbo expresa y el Espíritu Santo ama.
227.- Dios es la Vida en tres personas perfectas y acabadas: una que engendra, otra que expresa y otra que es el Amor; y estas tres divinas personas son una unidad tan perfecta, que una sola vida tienen, un sólo ser. 


Porque Él nos manda su Espíritu para que habite en nuestras vidas, se exprese en nuestros actos y sintamos su Amor eterno en nosotros...

¡FELIZ DÍA DE PENTECOSTÉS!