jueves, 29 de enero de 2015

Meditación para el día de hoy del APOR.

Como sabéis los que me conocen, participo del Apostolado de la Oración, y desde hoy voy a poner las meditaciones que nos mandan mensualmente.


Día 29:

Es bueno que recordemos en la oración los evangelios o las vidas de santos que nos han impresionado más durante este mes. Volver a meditar su vida o sus escritos nos darán una mayor consistencias espiritual poder ser mejores y más decididos apóstoles en este mundo actual. No nos quejemos de que las cosas van mal, sino que trabajemos para que Jesús sea más honrado y m mejor comprendido. Que los criterios del Evangelio vuelvan a ser la fuente de nuestra santidad personal y de nuestro trabajo cotidiano para ser testigos creíbles de Jesús en este mundo sin fe.


Como ven esta meditación enlaza con mi anterior publicación acerca del estudio de la Palabra.



La vida de Juan XXIII

En estos días, creo que fue en día 6, proyectaron el 13TV la película biográfica del Papa Juan XXIII. Ya había leído algunas de sus exhortaciones y muchas de sus oraciones y me gusta mucho su modo de ser, su humildad y el buen sentido del humor que tenía. 
Pero al margen de ser una película muy bien hecha cinematográficamente hablando, la verdad es que no me imaginaba que hubiese pasado por tantas pruebas no sólo en su pontificado sino como cura, obispo y cardenal. Creo que ahí es donde podemos aprender de su humildad y paciencia, pues tenía mucha, mucha paciencia. 
Algo que me dolió fue la forma en que se plantean los tejemanejes de los cardenales a la hora de la elección del Papa: me entristece pensar que sean verdaderos hombres de Dios, y lo peor es que, esas actitudes echan pa´trás a cualquiera que quiera un encuentro real con Dios y su Iglesia.
Ya se que muchos pensarán que Iglesia somos todos y esa cosas lindas que decimos en los Cursillos de Cristiandad, pero es que  duele ver que aquellos que deben dar ejemplo de santidad, se comporten como lobos en jauría, dejándose llevar por los vientos y vaivenes del mundo en vez de estar pensando en el reino de Dios, que no tiene nada que ver con políticas ni riquezas materiales.
Y a día de hoy creo que Francisco, nuestro papa del pueblo, se le parece mucho, lo cual me llena de esperanzas, porque, como le dijo un obispo a Napoleón: ni nosotros hemos podido acabar con la Iglesia en tanto años....









Sábado en Pueblo de Dios.

Este sábado 24 de enero fui a Pueblo de Dios a  una actividad de estudio de los evangelios, que ha comenzado por el evangelio de san Marcos. Ha sido un encuentro lindo, lleno de reencuentros, pues hacía casi dos años que iba (siempre me enfermo allí ya que es una finca apartada y hay mucha humedad y mi asma se regodea en aparecer y portarse muy mal) y esta vez fui con mi madrecita. Ella está en huna fase inicial de demencia senil y/o  Alzehimer pero todavía disfruta de esos encuentros y para mí ha sido muy estimulante verla escuchar con atención y no perder palabra.
Hemos empezado un estudio del evangelio de san Marcos  que ha estado muy bien, pues se han usado palabras llanas pero también términos más complejos, latinismos, griego, conceptos que pocas veces los cristianos "de a pie" usamos. Me gustó ver al sacerdote que vive en esa comunidad, explicar todo de forma amena, sencilla, asequible.
Y, al final me traje a casa una especie de guía de estudio para seguir profundizando.
¿Por qué escribo esto después de tanto tiempo callada?. Porque he pasado todos estos meses haciendo actividades que, la verdad, para entenderlas hay que vivirlas. El amor de Dios se ha derramado en mí y siento que todos los días tengo que agradecérselo, pero me doy cuenta de que no tengo palabras para poder explicarlo. Puedo evangelizar, que es la tarea más grande que Dios me ha dado, pero no puedo hacerlo , o no se hacerlo, por este medio: me doy cuenta de que puedo y de hecho lo hago diariamente, pero de forma directa a las personas que me rodean (en el barrio, la parroquia, mi trabajo). 
Hace años, cuando empecé a escribir en este blog, recuerdo al amigo Arcendo que me decía: escribe como si estuvieras hablando contigo misma, escribe tus experiencias sin preocuparte de lo que los demás piensen: hazlo para Dios. Y eso es lo que he tratado de hacer hasta ahora. Lo que pasa es que, a medida que experimento más profundo al Señor en mi, se me hace difícil explicarlo. Espero que me comprendan. Yo recuerdo diariamente a Arcen, como le llamo siempre, espero que él me inspire y vea desde el cielo.
Para todos los que me lean escuchad la letra de esta bella canción de Alfareros....