Ahora todos me preguntan qué va a pasar en Cuba una vez que Fidel ha dejado los mandos principales. Son compañeros de trabajo, amigos, míos y de la isla, gente noble que ha estado allí, viendo las desigualdades, y otros no tan nobles, que sólo hablan lo que escuchan decir a otros. Hace muchos años que decidí ponerme una tirita en el corazón para hablar de "aquello". Se convirtió en un ejercicio gimnástico y de fondo, pues es inevitable que la gente pregunte cuando sabes de donde vienes. Y por mucho que trates no puedes sustraerte de lo que pasa allí o aquí, y siempre termino dialogando y, (¿por qué no decirlo?), cabreándome otras, por este tema. Mi idea es que aquello no se arreglará fácilmente, no porque haya revanchas o se termine la fiesta como la famosa "fiesta del guatao". Creo sinceramente que el problema está en el tiempo que se mantenga la sombra del Comandante sobre el futuro de la isla. Y es que yo creo que hasta que no se retire totalmente de la vida pública y deje de escribir artículos dando ideas o tratando de que se escuche todo lo que diga, hasta que él mismo no se mire hacia adentro y desee ser uno más dentro de esta humanidad, hasta que no quiera dejar de ser "el fifo", el "caballo de Atila", el "nomer guan", creo que hasta que no haga un ejercicio de humildad suprema y reconozca que todo no es yo yo yo, sino nosotros, entonces podríamos hablar de cambios verdaderos. Creo que allí no se dará un paso real hacia la transformación (o hacia la transición, como gustan llamarla aquí), hasta que Fidel comprenda que no tiene capacidad para dirigir el país, que el pueblo está harto de creer en utopías, y que pueblo cubano somos todos, los de dentro y los que estamos fuera, por el motivo que sea. Los cubanos tenemos que estar preparados para el cambio, a la hora que se de, para ayudar a una reconstrucción sin mucho traumatismo, ni rencores ni dobleces.
Anoche hablaba con un compañero de trabajo que no sabía que los cubanos no pueden viajar al extranjero si no es a visitar a un familiar (siempre que sea por línea directa: padres, hijos, hermanos), que no pueden ir a la playa de vacaciones porque no pueden ir a los hoteles, a donde sólo van los guiris con dólares o euros; que cuando nos vamos de vacas siempre vamos de visita a ver la familia; que los jóvenes están desorientados moralmente, que el bien y el mal se columpian como en una nave espacial: lo mismo pueden esta arriba que abajo.
Creo que una gran parte del pueblo está harto de vivir vidas ajenas, haciendo lo que te ordenan, siguiendo una línea trazada en el camino de la cual no te puedes salir. Y que se sepa: no soporto a aquellos que dicen que me regalaron todo, que "gracias a la Revolución" hice una carrera universitaria. No señores: estudié mucho y me quemé las pestañas y le trabajé a esa misma Revolución todos los veranos de mi vida, con sol o con lluvia, con salud y muriéndome del asma y todo sin cobrar un "kilo prieto partío por la mitad" (eso es menos que un duro).
Estas reflexiones son sólo mías y no espero que todos los que lean esto aplaudan o como mínimo entiendan, escribo mi punto de vista y si alguien tiene otro, se lo respeto: Se que la verdad, en estos casos no es absoluta y que todos podemos cambiar de opinión en cualquier momento, así que espero no ofender a nadie con mis ideas. Marisela.