Sí amigos: este verano he participado en la XIII Jornada de Oración de la Renovación Carismática Católica. Ha sido un regalo de Dios, literalmente, pues en los meses del verano trabajo mucho más de lo habitual, y el dinero no es que está creciendo en los árboles, pero el Señor sabía que necesitaba esta semana de oración, llena de Él, del Espíritu Santo, y me puso los medios precisos para que estuviera allí.
He conocido y tratado con mucha gente linda, llenas de Dios, me han dado en muy poco tiempo, ejemplo de amor y de comprensión. Ya publiqué algunas fotos en facebook, pero aquí voy a poner los momentos más lindos.
Me gustaría poder explicar profundamente lo que he sentido allí, pero las palabras no alcanzan nunca a reflejar el milagro de la fe. Las enseñanzas que han impartido los sacerdotes que nos han acompañado han estado hermosas y nos han interpelado constantemente acerca de nuestra fe, de nuestro amor a Dios y a los hermanos. Hemos contado con la presencia del padre Manuel Orta, el padre Juanjo y el padre Agustín. Además habían dos sacerdotes jóvenes, uno de ellos colombiano, y un diácono que ayudaron en todas las actividades.
Nos concedieron tres misas en la Capelinha que fueron preciosas, llenas de homilías para la vida actual del creyente.
Y después, el Rosario todas las tardes en la explanada, con el desfile de las candelas lleno de gente de muchas naciones, tantas que...¡hasta me encontré con un grupo de cubanos!. Estaban allí por una asamblea, venían de la Iglesia del Carmen de La Habana, y el grupo lo formaban, además, creyentes de otros países de América Latina. Una lástima que no pudiese sacarme una foto con ellos, pues estábamos corriendo de una actividad a otra y no pudimos vernos antes de partir. Pero si por casualidad me leen, sepan que he orado mucho por ellos y por Cuba, que siempre va en mi corazón.
Y aquí están las fotos, algunas con mala calidad, pues fueron hechas, todas, con el móvil, pero creo que merece la pena ponerlas.
Espero que podáis ir algún día a Fátima, allí siempre he sentido el Espíritu de Dios cerca, es una sensación que no se puede traducir en palabras.
Mis amigos Rosa y Manolo,
Un momento antes de comenzar las enseñanzas,
En primer plano, parte de los hermanos de Madrid,
Esta foto la tomé casi clandestinamente, pues esta consagrada pertenece a la Orden de Ermitaños, es muy maja y hablamos de muchos temas, tiene una gran alegría de Dios que trasmitió a todos,
Otro momento antes de comenzar las enseñanzas,
Mi amiga Maricarmen,
Momento antes de comenzar una enseñanza, el grupo de intercesoras invocando al Espíritu Santo sobre el padre Manuel
Y aquí ya en plena enseñanza del padre Manuel Orta,
Nuestro grupo de Huelva, con los padres Manuel y Agustín, en la Nueva Basílica,
Mis amigas Elena y Ana ante la puerta de la Nueva Basílica,
Yo ante la Virgen de la Nueva Basílica, no se si se distingue, pero me compré una camiseta muy especial: con la cara del Papa Juan Pablo II, el querido,
Este el Cristo que preside el altar de la Nueva Basílica, es precioso, parece un marinero portugués, está lleno de fuerza, como si nos dijera: sí, estoy en la cruz, pero soy fuerte porque Dios está conmigo.
Momento de encendido de las velas en el Rosario, uno de los días que estuve allí, el fuego se propaga desde el cirio que está al lado del altar.
Rosario de la tarde noche, estas fotos son de días diferentes, sólo las he puesto para que vean la cantidad de creyentes que se reúnen a rezar,
En la escalinata de la Basílica se sientan muchos con sus velas, rezando el Rosario,
Momentos de las procesiones después del Santo Rosario, aquí se puede ver la cantidad de sacerdotes, venidos desde muchas partes del mundo, que llevan la Virgen por la explanada,
Aquí la Virgen pasaba cerca de mi sitio, preciosa,
Chicas de varios grupos de Bilbao,
Cartel que presidía nuestra asamblea, con el lema Fátima, altar y puerta de la fe.
Misa previa a la salida hacia nuestros lugares de origen, en primer plano mi amigo José Manuel, un gran chico, con una espiritualidad a flor de piel,
Último desayuno desayuno, estas son las lindas chicas cordobesas, un encanto de personas, y muy jóvenes en espíritu, con ganas de seguir a Dios en el servicio al prójimo, las quiero,
Yo en la mañana de la partida, después de la última visita a mi Virgen de Fátima, dichosa por haber estado allí con ella, y con la esperanza de poder ir de nuevo, si Dios quiere.