No importa que hubiese niebla en Santiago ni que algunas personas decidieran ponerse groseros ante el paso del papamóvil en Barcelona: nosotros, los cristianos ¡somos felices y seguimos adelante! Ha sido tan emotivo todo lo que han transmitido desde las televisiones que cubrieron la visita que, aunque lamenté no haber podido ir a Santiago (como había pensado que podría hacer) lo he vivido como si allí estuviera. La bienvenida que se le ha dado al Papa ha sido conmovedora en ambas ciudades: los cantos de los jóvenes, las banderas ondeando al viento y la alegría que se veía !era tremendo! Y el Santo Padre tenía una carita de alegría y de amor tan pura que me conmovió verle tan mayor y tan entregado a su apostolado.
Ahora nos queda leer tranquilamente sus homilías: despacio, meditándolas sin prisas, pues ha sido mucho lo que ha dejado dicho.
Y ahora:¡ a preparar la próxima visita!, que si Dios quiere y la Virgen me ayuda, podré ir a verle a Madrid a cantarle mi amor y mi alegría.
Desde aquí quiero saludar y felicitar a todos aquellos blogueros que se unieron en estos días para darle un recibimiento a Benedicto XVI desde sus páginas, especialmente a Angelo (de Siete en familia) y Arcendo (de La Hoja de Arce), que como siempre, lograron dar impulso a muchas ybuenas iniciativas que demuestra el amor conque sería recibido en nuestra patria.
Que la llama quede encendida y sea luz que ilumine a muchos blogueros y andadores de la red. El amor de Dios se reparte a manos llenas y es para todos.