No me gusta escribir sobre política en este blog, que trata de ser un vínculo espiritual entre los que lo lean y yo misma, pero no puedo sustraerme al gusanillo que me está picando desde anoche. Y es que viendo los noticieros me llaman la atención las declaraciones del Sr Sebastian, creo que es Secretario de Industrias o algo de eso, proclamando que van a repartirse bombillas de bajo gasto para ayudar a ahorrar. Bueno casi me caigo del sofá del susto: casi casi lo dijo con las mismas palabras de Fidel Castro cuando hablaba allá en Cuba acerca del período especial. ¡me me dio un yuyu!!!. Y es que para cualquier cubano volver a tener un gobierno que te esté dando la lata sobre ahorro y apretón de cinturón, ¡le ronca el mango, asere! (como diría, de forma un tanto chabacana, un habanero, pero muy alegre, que a estas cosas hay darles con la risa o te vuelves loco). Primero fue, hace ya unos meses, el recorte en el presupuesto alimentario: "hay que comer conejo" (aquello parecía una broma, vamos que "lo puso a huevo", como dicen los gaditanos). Después la campaña en defensa de las motos (cosa que se agradece, pero que no es gratis, sino ya veremos) pues se han dado cuenta de es un medio de locomoción más económico y un ratito más tarde dijo aquello de lavar la ropa y la vajilla de noche, como si a esas horas se pudiera ahorrar algo . Si seguimos de esta guisa, creo que lo próximo será trabajar en huertos comunes, para abastecer al barrio y paliar la crisis de los precios de las verduras, que cada vez están más altos; y si seguimos elucubrando puede que nos regalen las ollas arroceras (que por cierto son magníficas). En resumen: tanto amigarse con los gobiernos (y dictaduras) latino americanas, el Gobierno Español terminará imitando el Período Especial y al final terminarán de echarle las culpas al de siempre: el imperialismo yanqui. Que ese es el cuento del que han vivido Fidel y sus acólitos durante 49 años, que se dice rápido.
Espero no ofender a nadie, sólo he querido hacer un análisis desde el punto de vista de una ciudadana de a pie, que no analista político ni económico. Al final al que le duele es al que tiene que rascarse el bolsillo y quedarse en casa sin vacaciones porque la situación de crisis-no crisis ronda y no es tan irreal como nos quieren hacer ver desde hace meses.
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