Aquí la Santa nos advierte del peligro de darnos brillo cuando hacemos algo bien. Que son los demás los que deben decirlo y eso no debe ser el motor que nos impulse para hacer el bien. De cara a la galería, como gustan los periodístas decir, queremos hacer mucho para que se note, cosa que no es buena para nadie, menos para nosotros mismos.
5.- Nunca porfiar mucho, especial en cosas que va poco.
Creo que todos queremos ganar en algo: en la opidinión que damos, en la elección de tal o cual trabajo, objeto, acción. Siempre queremos llevar la razón; pero a veces discutimos o porfiamos por cosas que no valen nada, son prescindibles y aún así, nos empeñamos en que prevalezca nuestra opinión. Dicho así es fácil, pero la verdad es que, no siempre somos sinceros con nosotros mismos.
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