viernes, 7 de agosto de 2009

Llévame, Señor, a tu orilla...


Cuando se cierra el mercado y todos vuelven, entre el crepúsculo,

a sus casas, me siento al camino, a verte, Señor, pasar en tu barca,

que va cruzando el agua oscura, con el rayo de poniente en la vela.

Miro tu figura silenciosa en pie, en el timón,

y de repente, cojo tus ojos mirándome y dejo de cantar;

y te llamo, que me lleves a la otra orilla.



Rabindranaz Tagore.

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