domingo, 12 de octubre de 2008

En defensa de la familia y la educación.

Me pregunto muchas veces si hemos llegado a un punto en la sociedad en que los padres quieren desasirse tanto de las obligaciones para con los hijos, que ya prefieren que los eduque el Estado.Pero no, según leo cada día, no es así: la gran mayoría de los padres prefieren ser ellos lo que inculquen a sus hijos la educación y moral que les sirva para pasar por esta vida de forma honorable. No es justo que el Estado, siendo el gobierno de cualquier color, sea el más adecuado para moldear el pensamiento de los niños a su cargo en las escuelas, pues inevitablemente se decantará siempre por su lado. Con esto no niego que en la escuela se te enseñen humanidades y filosofía, pero no estoy de acuerdo en que estas estén influenciadas por las ideas políticas de un gobierno.

Yo estoy harta de escuchar en España hablar de la educación de Cuba como un ejemplo cumbre en la educación mundial: no es cierto. Se nos dio enseñanza, que no educación. Se nos enseñó la Historia, según sus parámetros y conveniencias. Se nos habló de Cultura, la que quisieron que conociéramos. Se nos habló de Filosofía, sólo la comunista, o como mucho, la afín. Es un error hablar de la educación cubana como un ejemplo, pues a estas alturas, casi todos los españoles conocen a algún cuaban@ y, sinceramente: ¿son todos cultos?, ¿o educados?. No estoy diciendo con esto que no tengamos estudios, al contrario: casi todos los cubanos que estamos en España hemos pasado por la universidad. Estamos profesionalmente cualificados, pero no somos tan cultos como nos hicieron ver en la isla. Espero no ofender a los blogueros cubanos, que son muchos y muy buenos; pero llevo años dándole vueltas al asunto y cada vez me convenzo más de las lagunas que conformaron nuestra educación. Ejemplos simples de esto: ¿cuántos cubanos han leído las obras de G. K. Chesterton?, ¿o las de Santo Tomás de Aquino?. ¿Cuántos de mi generación estudiaron en las aulas a José Lezama Lima? Ese genio de la letras cubanas fue desterrado del panorama cultural desde que yo nací y nunca se hablaba de su obra en los programas de estudio, pues nos contaminaríamos de sus actitudes e ideas. Y así, una larga lista de escritores, cantautores, músicos (a Celia y Bebo los conocí aquí, eran tabú por aquellos lares), pintores.

Eso hablando de la cultura que emana de las artes en general; pero ¿y la cultura que emana de los conocimientos acerca del humanismo, la antropología, las costumbres, la moral?. Ni se mencionaba en el programa educativo por el cual estudiaron varias generaciones. Cuando yo tenía unos 10 años cayó en mis manos una obra que se llamaba "El tesoro de la juventud". Era lo que hoy se llamaría una enciclopedia del saber infantil y juvenil (yo tuve unos veinte tomos) y estaba llena de curiosidades, poemas, lecciones de educación formal, piano, adivinanzas, cuentos con moraleja y fotos y mapas de las últimas revelaciones de la ciencia del momento. Creo que era de una editorial llamada Panamericana, pero no estoy segura. Cuando se la enseñé a mis maestros, me miraron como un bicho raro, raro, raro y me espetaron: "Eso es diversionismo ideológico, tú sabes lo que es la moral burguesa?, pues eso, enseñar tonterías a los niños.".

Pues esas "tonterías" nos hubiesen venido muy bien a todos: conocimientos de cosas que la revolución desterró por "burguesas".

Cuando veo lo que quiere enseñar la EPC, no puedo dejar de acordarme de esa imagen de mi infancia: niños uniformados, marchando marchas militares, arengando a otros niños con palabras llenas de odio y chabacanería, llevando el peso de una bandera de la cual no estábamos seguros de saber el color. ¡Viva la libertad! Y ella era poder hacer lo que se te antojara. Total: éramos revolucionarios y revolución significa cambios, y todo se te permite con tal de que defiendas a Fidel y a los ídolos creados por él. ¡Pioneros por el Comunismo, seremos como el Ché!. Y tú no sabías que antes de ser el ídolo mundi mundial en que lo convirtieron, fue un tipo que fusiló a mucha gente, en mucho casos sin juicio previo. Para que ahora le hagan una película magnificándolo. Y aquí han quitado las estatuas de Franco por ofensivas. Como para llorar ( o reirse, que al caso es igual).

¡Y el amor es libre! Eso significó la apoteosis, el desbarajuste en todos los sentidos. El mirar el aborto como algo útil, necesario, inevitable y normal. Colas en los centros de salud para hacerse una aspiración (método barato y eficaz, sin riesgos para la madre y efectivo para matar a un feto indefenso). Cuando se decapita la moral se pierde la vergüenza, es un hecho evidente. Sólo hay que ver el documental sobre la prostitución infantil en Cuba que pasó hace unos días Tele 5. Y todavía están diciendo en la isla que es trucado. Eso sí es para llorar. Cuando un jefe de Estado, preguntado sobre las prostitutas en su país, se limita a decir muy pancho, que sí, las hay, pero que son universitarias, no creo que te deje nada más para la imaginación. Y eso señores, es lo que se nos enseñó en las escuelas: la permisividad, el ver como normal cosas que bajo ninguna circunstancia lo son.

Y eso es lo que pretenden enseñar en las escuelas españolas actuales:

1-No te esfuerces en estudiar, pues siempre habrá un profesor que te aprobará. Total, se le va a incentivar económicamente para que pase a sus niños. Igual que se incentiva a los médicos por mandar medicamentos genéricos.

2-No es cierto que los sexos están diferenciados, (eso lo dijeron lo que hacen la leyes, que siempre fueron hombres y machistas por añadidura), las niñas harán funciones de niños y viceversa. Y cuando te enredes, no te preocupes siempre habrá un profe comprensivo que te dirá que es bueno experimentar.

3-Siempre hay que defender los cupos femeninos en todas las instituciones, empresas, universidades, incluida la cola del pan. Es justo que seamos 50/50. No importa que no sepan hablar en público, comportarse con educación o se le olviden los datos en reuniones importantes. Lo que importa es creerse que se lo merecen por el hecho de ser mujeres.

4-La Iglesia católica ha sido es y será muy mala mala. Lo dice "El Código Da Vinci". No te interesan las noticias que hablan de religios@s sacrificados y dispersos por el mundo, defendiendo la dignidad de los más desfavorecidos. Lo único que quieren que sepas es que Juan Pablo II fue un luchador incansable contra el comunismo y que Benedicto XVI es un integrista, posiblemente con ideas fascista.

5-La Patria no existe,eso fue un invento de Franco. Lo mejor es la diversidad de banderas y que se peleen como perros por la carnada. Aquí como en los Balcanes.
Y hoy no sigo porque llevo un día agotador. Dejaré las conclusiones para los comentarios.

1 comentario:

lola dijo...

Hola,
Vi tu comentario en el blog de los aseres.
Es interesante lo que comentas aquí, pienso que la educación y la cultura son dos cosas distintas, y complementarias. La educación es tarea de los padres y la cultura se adquiere en la escuela. Lo que pasa es que ya algunas personas pasan de la educación de los hijos y piensan que los maestros son los responsables de todo. En realidad todo esto es bastante complicado para tratarlo en un comentario. Estoy de acuerdo en que el estado no se debe de inmiscuir en la educación de sus ciudadanos al menos en lo que concierne a la parte espiritual, eso es cosa de cada familia, en cambio si debe de promover una educación cívica, que es lo que antiguamente se daba en Cuba: ahí te enseñaban que había unas reglas que respetar para poder convivir. Después estaba el asunto de la religión, eso era cuestión de cada familia, además había separación de Iglesia-Estado, y cada familia escogía para sus hijos la educación religiosa que estimaba conveniente, eso si, se supone que si ponías a tus hijos en un colegio católico era porque aceptabas sus enseñanzas, aún así, en el colegio que yo estuve, si algunos padres, que serían muy pocos, no querían que sus hijos tomaran clases de religión no los obligaban, pero te digo eras casos aislados. ç
Bueno, creo que ya me he extendido demasiado, un saludo,