¿Cuántas veces te presentan a alguien y te llevas una impresión errónea, y al pasar los días y profundizando, acabas entendiendo?. Muchas, nos pasa a todos. Pero debemos tener en cuenta que la educación, la tradición, la familia y el medio es diferente para cada uno de nosotros y que no somos más que el reflejo de aquello que nos influye.
Por eso debemos abogar por la paz, no como idea abstracta o en referencia sólo a la guerra (que ya es muy mala), sino a la guerra interior que tenemos que librar a la hora de entablar relaciones con personas a las que tenemos por "difíciles". Y no es que seamos masoquistas sino que tratemos de ponernos en el lugar del otro, sin dejar pasar la grosería, eso no; pero sí suavizando la frase que vamos a contestar. Eso es difícil, está claro, pero es la única manera de que no vayamos por ahí peleando con todos. Porque si me pongo a pensar: y a mí ¿quién me aguanta? ¿Quién justifica mis malas actitudes, mis cambios de humor, mi mala respuesta en muchos casos?
Cuando me encuentro en ese dilema yo hablo con Dios Trino y le pido la sabiduría del Padre, el amor del Hijo y la fuerza del Espíritu para entender a esa persona y a mí, ofreciéndole mi acción, tratando de HACER lo mejor posible. A veces se choca contra un muro, pero ningún muro es eterno y sí lo es la palabra de Dios. Y a veces, el muro más grande que tenemos que derribar, es el nuestro. Por eso seguimos a Jesús: el camino es difícil; pero ya tiene las señalizaciones.
2 comentarios:
Hola
Me encontre con la grata sorpresa de haber recibido el Premio al esfuerzo personal y yo te he elegido a vos. Si queres pasa por mi blog y lenvantalo.
Unidos en la oracion, Teresa
Queridas hermanas en Jesús: llevo varios días sin poder colgar nada, pues mi ordenador está superinfectado de virus y aún no puedo hacer nada. No obstante debo darles las gracias por este premio que estimula a seguir trabajando por el Reino, con los modestos recurssos en nuestras pobres manos. Yo paso mucho por su página y me gusta, le agrego a mi lista. Un abrazo en J y Mª.
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