Hoy tenía una deuda que saldar: hablar de la infancia y los niños y de esa plaga moderna que es la pornografía infantil y la pederastia.
Yo no tuve hijos, pero al dedicarme a la medicina, atiendo muchos niños enfermos física y/o emocionalmente, por lo que nunca entenderé cómo tiene que ser la persona que abusa de su confianza en forma de fotos, tocamientos o pensamientos. Los niños son seres maravillosos, que están llorando ahora y al minuto, por una palabra o una actitud de amor, están riendo y jugando como si nada hubiese pasado.
La infancia es la etapa más bonita de la vida, aún cuando se es pobre de solemnidad, siempre se encuentra un modo de jugar, saltar y cantar a la vida. Yo recuerdo que tuve pocos juguetes, pero era feliz con esos pocos: lo mismo jugaba con una muñeca real que con una de trapo, con una hormiga que iba por el suelo, como con una lagartijita de la Virgen (son esas ralladas y pequeñas) que se hacía mi amiga enseguida. Y así, aunque no tuve una bici, aprendí a compartir las de los amigos, por lo que siempre estaba rodeada de estos, feliz y contenta de ser niña, sabiendo que me cuidarían los adultos, que no corría peligro al cruzar la calle porque siempre aparecía alguien que te daba la mano y te enseñaba cuándo hacerlo. En mi época y pueblo nunca se escuchó nada acerca de abusos a niños o se habló de pederastas, creo que estábamos más protegidos.
Hablar de estas lacras sociales me repugna por lo que sólo voy a decir esto: hay que estar atentos y no callar, hay que exigir a los gobiernos del mundo leyes muy severas ante delitos de esta categoría, hay que defender la infancia desde todos los frentes y con todos los recursos legales. Sólo así podremos ayudar a los niños a tener una infancia sin límites. Hay que educar a los jóvenes en el trabajo y el amor, fomentar la familia y los valores reales en la sociedad para tener hombres y mujeres equilibrados el día de mañana.
Y no puedo dejar de mencionar el deseo de Jesús cuando dijo: "Lo que hagáis por estos niños, lo estarán haciendo por mí".
3 comentarios:
JUSTO y necesario, no se puede añadir más y mejor que como lo has dicho. BESOS....
Pues yo también tengo la impresión de que en La Habana no se daban estos casos atroces que vemos tanto en las noticias aquí, aunque no se si sería por la "desinformación" que caracteriza al sistema. Estoy totalmente de acuerdo contigo en la necesidad de proteger a la infancia. Hay que hacer todo lo posible para que se cumpla aquellos de "los niños nacen para ser felices". Besos,
Rosa
Querido amigo:ya quisiera tener más facilidad para expresarme,pero hago lo que puedo.No me cansaré de defender a los que no tienen voz, creo que se lo debo al Señor.
Querida Rosa:la verdad es que cuando estudiaba la carrera hubo un caso de violación brutal a una niña de 9años,en el Cabo de S.Antonio,por parte de dos menores y un adulto.Recuerdo que fueron juzgados todos severamente,sin distinción de edades, así que creo que las dictaduras tienen una cosa, que a veces se pasan, pero es que son implacables con los delitos de este tipo. Ahora bien,no dejo de pensar en que pueden haber muchos casos de maltratos reales que no se sepan por desinformación. Y no dejo de pensar que la prostitución de adolescentes tiene que ser combatida duramente,pero eso es más difícil en un país en que se ve muy normal que las chicas comiencen las relaciones muy pronto.Creo que eso hay que denunciarlo para que el mundo sepa la situación de Cuba, la que sólo se conoce por reportajes como el que exibió tele5 hace unos meses.
Un beso y gracias por tus palabras,me hace mucha ilusión compartir ideas con una compatriota.Marisela.
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