PARA COMPARTIR: IV Encuentro Diocesano de la Familia.

domingo, 15 de febrero de 2009

IV Encuentro Diocesano de la Familia.

Ayer, día 14 se celebró en el Seminario de Huelva el IV Encuentro Diocesano de la Familia. Presidido por nuestro Obispo D. José Viaplana, se hicieron actividades varias: cantos a la familia y a la vida, ponencias, exposiciones de Madre Coraje, Peregrinaciones, Unión Eucarística Reparadora (UNER), feria y una Eucaristía, seguida de un almuerzo familiar.

Yo sólo estuve un rato, pero el ambiente era cálido y contagioso, así que espero que se ponga un vídeo que podréis ver en esa página.

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Sagrado Corazón de Jesús.

CONSAGRACION PERSONAL AL CORAZON DE JESUS. Amigo Jesús: yo se que me quieres, yo se que me ayudas y que deseas ayudarme más.Yo se que buscas lo mejor para mí y que me me has dado por madre a tu Madre. También se, Jesús, que tú comprendes lo débil que soy, tú conoces mi vida desde su inicio, tú entiendes mi situación personal, tú sabes que sin ti nada puedo. Confiando en tu amor deseo aceptar tus valores, seguir tus caminos, pasar por el mundo haciendo el bien. Por eso, con la ayuda de María Inmaculada HOY ME CONSAGRO A TU CORAZON SANTISIMO. Para que tu seas mi luz y mi fuerza, Mi guía y mi compañero, Mi senda y mi meta, Mi aliento y mi alimento, Mi perdón y mi esperanza, Mi alegría y mi felicidad eterna. AMIGO JESUS: yo cuento contigo, con la bondad del PADRE, con la solicitud del ESPIRITU SANTO, con la mediación de MARIA nuestra Madre. HAZ MI CORAZON SEMEJANTE AL TUYO. ¡GRACIAS JESUS!

Un momento transformador: la Comunión espiritual.

Propuesta: pidamos,como hijos del amor a nuestra Santísima Madre,la que nos dio la vida: JESUS:

Apostolado de la Oración.

¿Qué es? ¿Qué hace?--Somos una fuerza orante dentro del seno de la Iglesia. Somos los modernos apóstoles que nos santificamos a la vez que santificamos el mundo con nuestra oración, nuestro trabajo, con nuestra vida ofrecida con la de Jesús que se inmola diariamente en el altar. El "ofrecimiento de obras" es como una consagración personal que nos pone siempre al servicio de Jesús y de su Iglesia. Nuestra oración y nuestra vida unida a la de Jesús es también salvadora, redentora y apostólica. El APOR forma los apóstoles del siglo XXI, nos dice el Papa. No hay verdadero Sembrador de Esperanza sin una vida intensa de oración y de unión con Jesús, el Divino Sembrador.