jueves, 1 de octubre de 2009

Bello comienzo para el mes de octubre.

Este primer día de mes me da para reflexioner sobre todas las cosas que tendrán cabida durante sus días:

Hoy se celebra la Fiesta de Santa Teresita del Niño Jesús de la Santa Faz que es su verdadero nombre que resume su vocación, esa santita que desde muy niña quiso dedicar su vida a la oración callada, pero ferviente a Jesús, un día comprendió que la verdadera llamada de Dios a nosotros es el Amor, la misericordia. Desde el momento en que comprendió que debía hacerse "pequeña" , humilde y anónima, fue más felíz aún, amando al Padre a través del Hijo, en una comunión constante de su alma. Escribió un librito muy lindo, Historia de un alma, al cual le tengo mucho cariño, y muchas poesías llenas de lirismo y encendido deseo de Dios. Ella resumió en su vocación carmelitana el deseo de la oración callada y perpetua, la adoración, pero también reunió en su hacer el apostolado, la enseñanza, el apoyo a los religiosos y a los misiomeros.


Eso es lo que provocó que fuese declarada Co Patrona de las Misiones, Doctora de la Iglesia. Ejemplo para muchos, su influencia es muy grande, su espiritualidad es revisada constantemene y son muchas las vocaciones que han florecido a la sombra de esa florecilla del Carmelo.




Poema de Santa Teresita a la Virgen María.



"Para que una hija

pueda a su madre querer,

es necesario que ésta

sepa llorar con ella,

que con ella comparta

sus penas y dolores.


¡Oh dulce Reina mía!,

cuántas y amargas lágrimas

lloraste en el destierro para ganar mi corazón,

¡oh Reina!


Meditando tu vida

tal como describe el Evangelio,

yo me atrevo a mirarte y hasta a acercarme a ti.

No me cuesta creer que soy tu hija,

cuando veo que mueres,

cuando veo que sufres como yo".






El Carmelo ha dado grandes santos y, este mes y este día también se cumple el décimo aniversario de la proclamación de Edith Stein como Co Patrona de Europa. Fue una mujer admirable, de origen judió, que llegó a ser, por méritos propios, una filósofa profunda. En su vida hubo muchos cambios de actitudes, ideas y formas de ver la vida y la religión, hasta su conversión. Desde los 30 años se dió cuenta de que Dios la llamaba a ser suya completamente, pero debido a la oposición familiar no vió cumlido su sueño hasta los 41-42 años, en que entró en la Orden del Carmelo. Nos ha dejado muchos volúmenes de filosofía y religión, que se salvaron gracias al tesón y la valentía de una hermana carmelita. Murió en un campo de concentración donde, según testigos, fue como "una luz en la oscuridad".



Oración de Edith Stein


"La vida de Dios es Amor:

amor desbordante,

sin límite y que se da libremente;

amor que se inclina misericordioso

hacia toda necesidad;

amor que sana al enfermo

y resucita lo que estaba muerto;

amor que protege, defiende,

alimenta, enseña y forma;

amor que llora con los que lloran

y se alegra con los que están alegres;

dispuesto a servir a todos

para que lleguen a ser lo que el Padre quiere;

en una palabra:amor del corazón divino.

Darse así misma con este amor,

llegar a ser "propiedad" de otro

para poseerlo en totalidad,

este, es el deseo más profundo

del corazón femenino".



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