Como las economías va tan mal, por no decir peor, el lunes he recibido a mi hermana en casa. Levaba 15 años trabajando en Lanzarote, y ahora, de buenas a primera, va a la calle. Es una mujer joven, divorciada y con un hijo de 12 años, que necesita ser atendido y educado, además de alimentado y vestido. Como ahora lo necesita, vivirá con nosotros, mientras busca trabajo. Se que será difícil; pero confío en el Señor y se que Él la ayudará en su búsqueda.
Cuento esto porque quiero compartir algo que me sucedió el lunes, día en que ella llegó a casa. Yo estoy terminando de cerrar el balcón, donde tengo la lavadora (una LG enorme que no cabía en ningún otro lugar) y la noche del domingo había caído un aguacero que era de miedo, como un diluvio. Mi hermana, después de almorzar me comunicó que tenía que lavarle la ropa a niño, para la escuela y yo fui corriendo a poner la lavadora. La pobre, no hacía ni pío, estaba muerta, silenciosa y fría..Yo la sequé, la quité de su lugar (con lo que pesa, parecía que me "cargaría" las vértebras lumbares en el esfuerzo), la volví a secar. Bueno, para no alargarme: estuve media hora probando sin suerte, a encenderla. Finalmente me arrodillé, desesperada, y con la confianza que me dio Jesús para pedirle al Padre, le dije: "Señor ayudame, sola no puedo, tú sabes que ahora no se me puede romper esta lavadora, porque no hay para comprar otra. Sor Eusebia, intercede ante Dios para que me conceda esta petición!. Por Jesús y la Virgen, escuchame, Señor!". Volví a enchufar la lavadora y le dí a los programas, encendiéndose de inmediato y echando a andar sin vacilación.
Por eso hoy hago este post: para que no pierdan las esperanzas en sus peticiones. Dios está en las grandes y pequeñas cosas de nuestras vidas y está a la escucha de una palabra dicha desde el corazón. No seamos como los antiguos judíos, que esperaban a un Dios de la guerra, montado en un carro de fuego y dirigiendo el país, como si de un mortal se tratase, o haciendo milagros espectaculares a diestra y siniestra. Jesucristo nos dejó dicho que el reino era otra cosa y acercarnos a él es eso: confiar y abandonarnos en sus manos misericordiosas.
No dejo de pensar en Juan Pablo II cuando dijo: "Se valiente, confía en el Señor"
10 comentarios:
Seamos valientes, no tengamos miedo, sabemos que la Providencia de Dios es generosa y no nos va a dejar de lado. Desgraciadamente hemos dejado ya de confiar hace tiempo en esta panda de mangantes, Que el Señor les perdone todo el mal que están haciendo.
Bravo por tu actitud de buena hermana, Rezo por vosotros y deseo que encuentre empleo cuanto antes.
Besos.
Querida Marisela: haces bien en contar estos milagros, menores, de la vida ordinaria porque se dan a montones. Claro que Dios está en las cosas pequeñas si se piden con fe y nos convienen. Que te digan a tí si te convenía la lavadora en esos momentos, Está claro que hasta nuestros cabellos están contados, como decía Jesús. Espero que tu hermana encuentre trabajo cuanto antes. Lo pediré para ella.
Un beso grande
Queridos amigos:¿qué sería de nosotros sin la misericordia del Padre?.Él hace que ustedes recen por nosotras, en comunión,"sin conocernos de cara",Él sabe cuáles son nuestras penas y por eso les trae en nuestro auxilio. Confío en el Señor y me encomiendo a vuestras oraciones. Gracias y bendiciones miles.
Que hermosas palabras nos dejaste escrita Marisela...tienes muchisima razon en lo que dices pedir siempre que Dios nos escucha y no perder las fuerzas ni la fe ....no hay que perder las esperanzas jamas...
Te mando un beso enorme y te felicito por el acto de amor que estas haciendo por tu hermanita y tu sobrino que en este momento te necesitan.
Querida amiga Marisela:
Vengo a darte las gracias por tu visita a mi blog y me encuentro aquí con dos grandes amigos, Militos y Arcendo por tanto, a ti las gracias y a ellos mis saludos.
Quiero informarte de que mi hermano escribió en fecha 15 de Enero, en mi blog, un post muy interesante sobre la División Azul que posiblemente le gustase leer a tu amigo Francisco Cerrera.
Pasaré a conocer todo lo tuyo con más tranquilidad y de momento lo que hago es llevarme tu enlace.
De nuevo mi agradecimiento junto a mis saludos más cordiales.
No he querido marcharme sin leer tus poesías del final y me han parecido preciosas, espero seguir leyendo más.
Buena anécdota. Dios está también en lo que parecen cosas pequeñas, pero que son importantes. Tener fe significa precisamente eso, confiar en Dios. Mis mejores deseos para tu hermana.
Dios está en todas partes:en las cosas grandiosas y en las más insignificante,pero no por eso,menos importantes y reveladoras.
Recemos para que tu hermana pronto consiga un empleo, al igual que tantos millones de familias que viven la angustia de no poder tener un trabajo digno con el cual alimentar a sus hijos.
Un beso.
He venido de nuevo para desearte mucha suerte con el trabajo de tu hermana.Ten fe que todo se arreglará.
Gracias amigos:sus palabras me dan ánimo y me refuerzan en la fe de que todos somos hijos de Dios y tenemos un hermano que nos guía por igual.A todos mis bendiciones.
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