Para este hombre, madrileño por más señas, que vivió santamente desde su humilde labor, este poema que editan en Magníficat. Su autor otro insigne español: Miguel de Cervantes.
Señor divino, tierno soy; ya veo
el ejemplo de un árbol en mi vida:
guiad la rama a vuestra mano asida,
para que llegue al fin que adoro y creo.
El Christus en que ahora el alma empleo
a su divina ciencia me convida:
si yo lo se, ¿qué error habrá que impida
el camino que lleva mi deseo?.
Mis letras son vuestro divino arado;
pues soy labrador, con él os sigo,
que seguir vuestra cruz me habéis mandado.
De un labrador es la riqueza el trigo;
trigo sois de Belén y Pan sagrado;
¿qué riqueza mayor que vos conmigo?.
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