No se por qué recuerdo esto ahora, en este mismo instante. A veces los recuerdos se agolpan y no puedes distinguirlos; otras, como ahora, te asaltan con toda la frescura de unas neuronas sobre las que no parece haber pasado el tiempo.
Me explico: cuando éramos niñas vivíamos en un edificio de cuatro plantas; nuestro piso era el segundo. Nuestra habitación daba a un solar de unos vecinos que se dedicaban a hacer ruedas de carretas y nosotras (en aquellos tiempos que rememoro sólo estábamos mi hermana mayor y yo) les llamábamos "amigo", aunque eran dos hermanos, no les distinguíamos por sus nombres o caracteres físicos: sólo eran "los amigos". Pero no voy a hablar de estos singulares personajes de mi infancia.
Como la cama era grande y compartida, nos pasábamos horas enteras acostadas, mirando las nubes y los árboles por las ventanas y jugábamos a descubrir formas ocultas en ambos elementos naturales.. Era un entretenimiento sencillo pero eficaz, porque en ese tiempo ni siquiera hacíamos bulla.
Y veíamos muchas cosas en las nubes: caras de personajes de los libros que leíamos (en una ocasión llegamos a ver a Sherlot Holmes), animalitos del bosque de Blancanieves, brujas con escobas y todo, y animales feroces de todo tipo: leones, panteras, dragones (mis preferidos), elefantes (por supuesto: todos como Dumbo).
Y he aquí que he encontrado unas imágenes singulares y bellísimas de nubes:
6 comentarios:
yo aun lo sigo haciendo, mirando al cielo, admirando su belleza y dando gracias a DIos por ello.
Ahora que coloca usted este post he recordado de que en mi vida ocurrió algo similar. Me ponía a ver figuras de imágenes preciosas en el cielo, es más, en una ocasión por hacer esto recuerdo que soñé ver la cabeza de Jesús.¡La magia y verdad de la inocencia!. Qué momentos.Creo que la imaginación no siempre es expresión de mentira o de algo irreal,ilusorio, quimérico, sino expresión de la verdad que en lo más profundo del interior llevamos. Saludos Marisela.Dios y María le colmen de bendiciones a usted y toda su familia.
Cuantas veces, amiga Marisela, he jugado yo de pequeño a eso de detectar en las nubes figuras de animales o cosas determinadas. Pero a decir verdad no sólo de pequeño sino que también ahora trato de ver en sus formas alguna cosa conocida. Pero esto me pasa incluso cuando miro a la madera con sus betas y sus nudos, siempre trato de encontrarles algún parecido con algo.
Un beso.
Hola amiga, tarde pero seguro!!!
Me alegro de estar otra vez leyendote.
Que hermosos recuerdos que tenes de tu niñez, te imagino acostada mirando las nubes imaginando a que se parecian,,,que bonita!!!!
Te dejo muchos besitos y que Dios te bendida.
Queridos amigos: gracias por la visita, debo confesar que aún me entretengo "mirando los celajes" y "andando por las nubes". Y es que siempre he sido romántica, soñadora e imaginativa y aún lo soy. En casa hay varias losas del suelo que se me antojan caras de personas, animales corriendo o aves en pleno vuelo. Siempre pienso bordearlas con lápiz y sacar fotos, pero después no lo hago, porque siempre son diferentes...así soy.
Saludos a todos y que Dios les bendiga.
He recordado, Marisela, que en el monaterio que existe en este pueblo y donde suelo ir a misa, hay en el techo una mancha producida por la humedad en la que me parece ver perfectamente perfilada la Sagrada Familia, San José, la Virgen y el niño, como de una tres años. A veces me distraigo tanto mirándo esta mancha que debo corregirme para poner más atención a la misa.
Otro beso.
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