Sábado de la Sexta Semana de Pascua.
Apolo era muy entusiasta...exponía la vida de Jesús con exactitud. Los hermanos le animaron a seguir hablando, pues con su presencia y con la gracia de Dios, contribuyó mucho al provecho de los creyentes.
(De la primera lectura).
Igual que Apolo tenemos que hacer nosotros: orar para que el Señor nos impulse a contar con alegría y entusiasmo cómo Jesús nos da pistas para vivir y nos compromete en la construcción de un mundo más humano. Los que ya conocemos al resucitado, debemos darlo a conocer a los demás, para que nuestra alegría sea completa.
Oye , Señor...
Tú nos invitas a que pidamos lo que necesitamos.
Nos propones mostrarnos frágiles ante ti,
confiados en tu fuerza y tu cariño
y en que eres un Padre que nos quiere.
Hoy quiero tener un corazón amplio,
que envuelva a todos mis hermanos.
Por eso en mi oración te pido
por los que a estas horas andan perdidos,
por los que sufren enfermedad,
por los mal amados o los que se les ha roto el amor,
por las personas tristes o solas,
por los cuidadores cansados.
por los políticos corruptos o quemados,
por los clérigos rutinarios o aburridos,
por los profesionales sin vocación,
por los niños explotados y utilizados,
por los maltratados y maltratadas,
por los que en este momento lloran,
por los que sufren alguna injusticia,
por los que no te conocen y viven sin tu amor.
Por cada ser humano de esta tierra,
abrázale hoy, Dios mío, y sociega su corazón.
2 comentarios:
Cualquier oración es buena si se hace con un corazón bueno, y esta lo es. Gracias Marisela, sigue con tan buen camino.
Un abrazo, María
Y esta es una bella oración, profunda y llena de amor hacia el Padre y hacia todos los hermanos. También es para nosotras.
Besitos y que Dios te bendiga.
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