domingo, 26 de abril de 2009

Fotos de la transmisión.

Espero que muchos hayan podido celebrar la misa que se ha transmitido por Radio María, desde la Iglesia de la Inmaculada Concepción, en Huelva. Aquí pongo las fotos que logré sacar. Como se darán cuenta, unas las saqué cuando estaban probando los aparatos y otras al final. Nuestro técnico es Eduardo y su hija le ayuda. El párroco que celebró es Don Diego. La homilía ha estado muy bonita, centrada como es de suponer en la alegría de ser llamados por Jesús a formar parte de sus discípulos. Había mucha gente, pero no pude hacerles fotos porque tenía que atender a la misa y me daba corte andar por el medio, además que quería participar activamente en ella. Además mi esposo iba a tirar las fotos; pero se puso malo en el último minuto y no pudo estar, así que hice lo que pude y aquí está el resultado:
























La primera lectura de hoy, como sabéis, es sacada del libro de los Hechos de los Apóstoles (3,13-15,17-19) y en ella Pedro habla a una multitud de forma ya que les explica cómo, a pesar de lo que han hecho con Jesucristo, Dios les perdonará, porque lo hicieron por ignorancia y, precisamente, estaba escrito que se sacrificaría por todos ellos. Hoy sigue siendo de actualidad: no podemos separar nuestras actitudes, nuestra vida diaria de esa gran verdad: Jesús nos justificó ante el Padre y nosotros debemos convertirnos y arrepentirnos por nuestros pecados (grandes y pequeños). Aprovechemos la Pascua, tiempo de regocijo por la Resurrección, para resucitar a una nueva vida: eso es lo que nos propone el Evagenlio. ¡No lo dejes pasar! parece que no dice Pedro.



En la segunda lectura Juan (2,1-5) nos repite lo que ya nos dijo Pedro: Jesús murió por nosotros, por nuestros pecados y para nuestra justificación; pero nos aclara que debemos seguirle con nuestras obras, tanto como con nuestras palabras. ¿Cuántas veces me hago la remolona para no levantarme a la misa? ¿Cuántas veces digo que voy a hacer algo en el grupo y luego me tardo o no voy? ¿Cuántas veces digo: "pobrecitos los pobre", pero no me acerco a un comedor a ayudar, o no doy dinero a Cáritas para que lo utilicen?. A veces somos pasotas, lentos o, simplemente, malos discípulos. Y eso nos lo reprende hoy Juan: no seas mentiroso, no te rasgues las vestiduras en El Rocío o detrás de los pasos de Semana Santa y haz algo por tus hermanos necesitados de amor. Porque ese es el mandamiento fundamental que Dios nos transmitió a través de su Hijo Único: el mandamiento del amor.








Hoy, como ayer, Jesús nos llama para que seamos "pescadores de hombres".

















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