jueves, 16 de abril de 2009

Punto de encuentro.



Jueves de la primera semana de Pascua.


Ser creyente es cosa del pasado. Se va extendiendo la idea de que ser creyente es cosa del pasado. Algunos apuntan con toda tranquilidad que no se puede ser inteligente y creyente. Y los hombres inteligentes del pasado que fueron creyente, parece que lo fueron "por la circunstancias", porque no tuvieron la dicha de ver los adelantos de hoy.

Esto es lo que hoy me hacen "tragar" a diario. Pero no lo trago.

La fe que yo tengo no depende de cosas ni de invectos ni de técnica ni de afianzarme frente a los que se llaman ateos. La fe que yo tengo no depende ni siquiera de mí. Depende de un regalo, de un don, de una oferta aceptada.

No he conquistado la fe. El mismo en quien creo me la ofertó. No se por qué. Y la acepté. No para guardarla tal como se me dio. Sino para "negociarla" en las luchas de cada día. Porque la fe no es una cosa que me dan, sino una amistad que me brindan, una perspectiva de hacer la vida adherido a Alguien a quien cada vez puedo descubrir más y más sin agotarme, sin agotarle. La fe no me limita, más bien me hace ilimitado porque me sitúa en un camino de amor y de encuentro cuyo horizonte no alcanzo: un vivir resucitado.

Nos apoyamos en las lecturas de Hechos 3,11-26; Lucas 24,35-48; Salmo 8,5-9.









Oye, Señor...



Una y mil veces nos deseas tu paz,


nos invitas a perder los miedos,


a descansar en ti, y contigo,


a gozar de tu presencia en nuestra vida.



Seguimos reunido, preocupados,


agobiándonos los unos a los otros,


razonando las prisas y las obligaciones,


la insatisfacción y la ansiedad.



Necesitamos que vengas de nuevo a nosotros,


a anunciarnos tu calma y tu sosiego,


a dejarnos despreocupar por ti,


a convencernos de tu presencia sanadora.



Creemos, confundidos, que la preocupación es buena,


que vivir corriendo, sin parar, nos aporta prestigio,


que nos quiere eficaces y dioses,


en vez de dejarnos serenar por tu Amor.





2 comentarios:

Gaudiumlux dijo...

creo, con todo respeto, que a veces se piensa de que alejarse de la Iglesia es ser verdaderamente un ser pensante, esa idea no es nueva ni original, viene desde hace un rato y sobre todo desde la perspectiva de la ilustración para quienes la razón era la única sabiduría auténtica y la fe era una basura que no ayudaba en nada: sin embargo, la historia dice otra cosa. Cuando en el siglo XIX y parte del XX se quiso anular la idea de Dios del plano filosófico, no se pudo hacer de modo total, porque la realidad de Dios en el hombre y de su religación (religiosidad) no es algo accidental sino sustancial al ser humano, de ahí se logra entender el por qué en las sociedades de hoy estemos en lo que se ha llamado "retorno a lo sagrado" (Veáse R. Berzosa, Nueva Era y Cristianismo, Entre el Diálogo y la ruptura, Madrid 1998) hasta rozar, incluso, con la supertición. Parece increíble pero es cierto, el hombre y mujer de hoy dice ser sabio por abandonar la fe cristiana porque según su opinión es una fe retrógrada y con el afán de enmanciparse de una fe, que es más pensante de lo que se piensa porque hay que decirlo, en el cristianismo y concretamanete en plano católico, la fe que no se piensa es una fe muerta, se abandona el ser humano en la supertición sistemática, como lo hace la corriente de la "new age", por poner un ejemplo, y así pasa de que los que no creían o no deseaban creer en nada terminan creyen en todo; que los que dicen ser buscadores de la verdad, se conforman con opiniones, que los que dicen que en el mundo no hay verdad absoluta, cosa incomprobada desde la perspectiva filosófica y hasta en ciertos ámbitos científicos, terminan sintiéndose interpelados por la verdad de la fe ya sea por su curiosidad, rencor, apatía, odio, recelo, etc. al tratar el tema de la fe, por ello decía Heinrich Boll "me aburren los ateos porque siempre están hablando de Dios".El ateo teórico es un de los que más habla de Dios, pues para hablar de su postura, ser ateo, o ser increyente, tiene que hablar de su antípoda ser teo,o ser creyente. Esto nos revela, incluso dialógicamente que el concepto ateo no puede existir sin el concepto teo. En la realidad lo cosa no varía mucho.Gracias por la oportunidad de comentar, buen post.

Magicomundodecolores dijo...

Tienes tanta razón que este comentario te serviría para hacer un post nuevo. Gracias por iluminar mi espacio.Abrazos en Jesús y María.