Hace un tiempo que venía rumiando esta entrada porque me apetecía hablar de un período de mi vida en Cuba, pero no sabía cómo abordarla y hete aquí que, hablando con mi esposo, sale a relucir el tema.
Creo que todos recordarán por acá (aunque sinceramente, no se qué repercusión tuvo en la sociedad española) los años 80 en los países del bloque comunista del Este, pues fue un período plagado de "perestroicas" y recapitulaciones en todas esas sociedades "igualitarias" (sólo de nombre, porque después se vio cómo vivían los dirigentes comunistas).
Pues bien, en esa época, Cuba empezaba una nueva etapa llena de incertidumbres e interrogantes. Yo estaba en la universidad, apenas empezaba, y fue en esos momentos que se le ocurrió a Jimmy Carter abrir la mano y comenzar a dejar entrar en Cuba a los famosos Maceítos, primero, y después a los que llevaban 20-30 años sin poder entrar en la isla.
Así las cosas, ya empezábamos a saber (mi generación ignoraba casi todos eso productos hasta entonces) qué era un chicle, qué era la pasta Colgate, el jabón Maja y Henno de Pravia y, sobre todo, qué era un pituza (vaqueros, simplemente que los cubanos le cambiamos el nombre a todo).
Como podéis suponer, al final el "Fifo" cerró el grifo años después porque nos comía el "diversionismo ideológico". Cuando en el año 89-90 cayó el Muro, se cayeron del burro los Jaroselski, había muerto unos años antes, creo recordar, el camada Brezniez y le sustituyó Gorbachov con su glaznov, la cosa se puso "fea" de verdad en mi país: comenzó el Período Especial.
Los cubanos que pasen por aquí lo recordarán: 3 (tres) huevos/persona/quincena; un kilo de azúcar/mes; dos kilos de arroz/mes; leche sólo por debajo de los 7 años; carne sólo para los enfermos y una larga lista de privaciones, entre las cuales, la que más me dolía era la falta de todo tipo de detergente. Ni jabón de baño, ni de lavar ni de fregar. Recuerdo que en mi pueblo de adopción, Bahía Honda, estuve un mes entero bañándome con agua "para pelar pollos", esto es: hirviendo, por el complejo que tenía de apestar como un cosaco, pues me pasaba todo el día visitando pacientes o trasladándome al trabajo en una bicicleta y ¡no vean lo que se suda!
Sobre el año 91-93 cayó sobre nosotros, cual plaga bíblica, un hambre que no tuvo comparación con otros períodos de la historia reciente. En el pueblo comenzaron a desaparecer las aves, se comenzó una matanza ilegal de ganado (el poco que había, que era de los campesinos casi siempre) sin precedentes y llegó el momento de los felinos...sí señores, me refiero a los gatos, esos animales independientes y callejeros, peluditos y muchas veces, gorditos. En una ocasión hicimos un "enchilado" de conejos y se que comimos gato, lo que pasa es que no se podía distinguir. Y como lo que no mata...engorda...
Voy a poner una foto de una de las carnes que aprendí a comer en ese período. Es un animalito salvaje llamado jutía. Las hay de varios tipos, yo no las distingo; me las levó, congeladas, una paciente que vivía en las montañas. La pobre, me preguntó en la consulta si me gustaban y yo, por no hacerle el desaire, le dije que sí. A la semana siguiente se apareció con dos bichos enormes, congelados, con las cabezas y las garras aún (son como ratas gigantes) y yo tuve que saltar de alegría (lo que saltaba era de la impresión; pero ella se fue muy contenta). La verdad es que no podía rechazar nada de carne porque tenía una anemia que me estaba matando y pesaba 49 kilos (en 178 cm de altura). Era algo así como el muñeco de Fido Dido, en versión femenina.
Una vez ablandadas en la olla de presión y muy condimentadas (el que haya comido carne de caza sabe que es muy fuerte) invité a mis compis de la guardia y nos dimos una buena panzada. Así que resultó una bendición de Dios el regalo de la paciente.
Ahí van las fotos. Pueden encontrar muchas páginas en el Google que hablan de ellas:
Estas estan en libertad, las de abajo las saqué de una página que las vende como mascotas.
8 comentarios:
Que frivolidad tienes! para contar lo de tu gran plato! esos animalitos tienen vida.
y por mucho apetito que se tenga y enfermedad que se tenga. No se me ocurriria contar esa parte de esta manera.
y con fotos y todos! me has sorprendido. Esos animalitos son seres vivos igual que tu y yo.
Como puedes ser tan frivola y calculadora...
nadie te culpa que lo hayas comido por necesidad.. pero tu forma para llevar este tema es impresionante.
me ha dado una sensación terrible leer tu entrada. Todos estos detalles llevan a conocer mejor a las personas y hoy
he terminado por conocerte.
Patricia.
Hola Marisela: No viví el periódo especial de Cuba pues hace mucho tiempo que salí, pero si conozco la Jutía, en casa de un primo de mi papá la cocinaban y yo ni por allí iba pues le tenia cierta aversión, pero es otra de las cosas que enseñó la revolución al pueblo: que todo se come.
Que bueno que pudiste salir ya no tendras que volverla a comer.
Saludos
Gusanita
Patricia: lamento mucho haber herido tu sensibilidad pero estás confundida, no he frivolizado con la situación, al contrario, la he descrito para que se conozca cómo puede llegar a ser el comunismo de enrevesado.Muchas veces pensamos que pasamos situaciones negras, pero al pasar el tiempo y mirar atrás, podemos reirnos de ellas, creo que es lo que intentaba decir: fue una situación trágica y traumática para muchos cubanos, perohoy, gracias a Dios, ha pasado y no creo que contarlo le haga daño a nadie.
Las jutías siempre se han comido en mi país, pero lo hacía la gente que cazaba en el campo,pero los que, como yo, vivían en los pueblos, no las comíamos.La mayor parte de la gente de ciudad le tenía algo de repeluz pues, como has visto, son roedores, familias de las ratas. Entiendo que te afectes al ver lo lindos que son si se tienen de mascotas, pero no entiendo la reacción tan desmedida hacia mi persona, creo que has sido algo dura. Tú no me conoces, no sabes que soy amante de los animales, no sabes que siempre he criado pollitos, perros y lechones,no sabes si he sido buena con ellos y vienes y me dices, por lo que he descrito, que con esto ya has terminado de conocerme. Lo siento, pero pienso que estás equivocada. Yo no voy por ahí matando focas o ballenas o linces ibéricos, ni me gustan los toros ni la caza del zorro, pero respeto a los vietnamitas,por citar un ejemplo entre muchísimos, que comen perros y ratas porque han pasado períodos de guerra que les han llevado a hacerlo. Así que creo que has reaccionado exageradamente, pero es tu opinión y la respeto, por lo que publico tu comentario.
Estimada amiga:
Te hemos enviado en un mail el permiso de escritura en nuestro blog Red Hispania a tu dirección de correo.
Bastará con que pinches en el link en él contenido para que puedas empezar a escribir en nuestro blog colectivo.
Un saludo cordial :-)
BH
Hola, Maricela, evocar ciertos recuerdos ayuda a conjurar viejos fantasmas, y además abrir los ojos a quienes aun se dejan engatuzar por ellos.
Los cubanos tenemos un peculiar sentido del humor, y solemos ironizar o hacer chistes con nuestros dolores; a veces, como cubano, me parece supeficial, pero otras reconozco que es una forma de supervivencia.
Patricia tal vez no puede captar cuanto dolor puede haber detras de un relato irónico y medio burlesco tal vez, pero tremendamente real.
Los cubanos somos así, y la jutía en Cuba, aunque a mí no me gusta, se ha comido siempre, y suele tenerse por un suculento manjar.
Buena semana, Querida Maricela.
HOLA MARISELA, CREO QUE ES BUENO DEFENDER A LOS ANIMALITOS PUES DIOS QUISO QUE ESTUVIERAN EN NUESTRO ENTORNO, PERO LA CREACIÓN ESTA AL SERVICIO DEL SER HUMANO. CON ESO NO ESTAMOS DICIENDO DE QUE ABUSEMOS DE LOS ANIMALES, PLANTAS Y CUALQUIER TIPO DE RECURSOS NATURALES, SINO QUE LAS SEPAMOS UTILIZAR. pERO QUE NO SE NOS OLVIDE QUE EL MÁS GRANDE RECURSO ES EL SER HUMANO, ¿CÓMO VOY A PONER EL VALOR DE UN ANIMALITO SOBRE EL DE UN SER HUMANO?. PENSAR ASÍ ES MUESTRA DE UNA ERRÓNEA ECOLOGÍA Y OSTENTAR UNA FALSA AXIOLOGÍA, EN DONDE LOS VALORES NO ESTÁ EN SU CORRECTA ESCALA.
A PATRICIA Y, SI USTED QUIERE MARISELA, LES INVITO A PASEAR POR MI BLOG Y REVISAR LA ENTRADA QUE HICE PARA EL DIA MUNDIAL DE LA TIERRA(http://gaudium-lux.blogspot.com/2009/04/en-el-dia-mundial-de-la-tierraunas.html), TALVEZ SIRVA PARA ACLARAR ALGO DE LO QUE HE DICHO, PUES EN DICHA ENTRADA DECIMOS: Es lícito y loable luchar por una ecología sana que tenga como principal recurso al mismo ser humano pero es reprochable y falsa una ecología que sobrevalore o trate en igualdad de condición al ser-humano y al ser-no-humano. Ya que lo más anti-ecológico que puede haber es eliminar una vida humana. Tal es el caso del biocentrismo igualitario, el cual sostiene de que “el hombre es parte de la naturaleza, y como tal ha de sentirse solidario con ella. Hasta aquí, de acuerdo. Pero la tesis continúa señalando que el hombre es una especie más …la racionalidad y libertad humanas no serían signo de superioridad, ni tampoco el hombre tendría derechos por encima de los animales”....
Saludos bendiciones a todos y todas
Marisela:
Siento mucho que tu entrada que fue hecha con el mejor deseo de informar y compartir una experiencia que ha sido muy penosa y dolorosa para el pueblo cubano haya sido tergiversada de tal forma. No encontre nada ofensivo en tu relato, pero sabes que? la critica tan acerba que te fue hecha es sintomatica de la Cruz que llevamos los cubanos a rastro por cincuenta anos: yo la he vivido por 41 anos que llevo viviendo en USA. Muchas personas se razgan las vestiduras cuando se hace cualquier comentario negativo de la dictadura cubana, bajo todo tipo de subterfugios, incluyendo la defensa de las jutias, pero callan ominosamente, ante la injusticia a que son sometidos los once millones de seres humanos que sin voz, o penalizados a la carcel cuando se atreven a hablar, son a diario sometidos a las injusticias que estos buenos senores no vivirian en carne propia por veinticuatro horas. Gracias en nombre de nuestro Pueblo, por levantar tu voz y decir lo que tanta falta hace decir, y tu lo hiciste con humor y caridad.
Que tengas un hermoso periodo de Pascua. El Resucitado es nuestro apoyo y sosten.
Felix
Querida Marisela: Poco que agregar, sólo: "LADRAN, SANCHO, SEÑAL QUE GALOPAMOS". Nunca estuve tan mal, como vosotros queridísimos hermanos cubanos, pero por distintas circunstancias sé lo que es el hambre, el tener sólo mate cocido y duras galletas y veces nada untada con nada. Con esto quiero decirte que sólo quienes hemos sentido el hambre sabemos qué sucede en casos extremos. En fin... pobre Patricia, jamás podrá "disfrutar" una buena comida, aunque sea muy humilde, como nosotros. Que Nuestra Madrecita del Carmen te envuelva en su capa blanca.
María Cristina de Jesús (ocds)
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